Diccionario de la A a la Z

Cava:

Los cavas españoles tienen un gran arraigo y en concreto los catalanes. Es el paraíso de los cavas. El origen de este vino espumoso se sitúa en el siglo XVIII en al región francesa de Champagne y gracias al abate benidictino Dom Pierre Perignon. Aunque hay datos del S.XVII que hablan de vinos espumosos ingleses, es la primera referencia la que se toma como punto de partida y nacimiento casual de este especial vino espumoso. En España se tiene noticia escrita de que en 1850 se presentó en Madrid el primer vino espumoso español. Pero el champán (así llamado también en España durante mucho tiempo) español tiene sus primeros autores en Domingo Soberano y Francesc Gil, de Reus y que fue nombrado proveedor de la casa real durante la visita de Alfonso XII a la ciudad de Barcelona. El impulso fuerte llegó a partir del año 1881 en Sant Sadurní d’Anoia pero quien primero consiguió una medalla de oro en un certamen extranjero por un vino español fue Codorníu en 1894. Desde entonces hasta nuestros días haría falta un libro entero para contar con detenimiento el desarrollo y afianzamientos de los cavas españoles que durante mucho tiempo tuvieron que luchar en contra de la pasión desenfrenada que se sentía por el champagne francés. El cava español es totalmente recomendable, por algo tan simple, como que es excelente (los hay mejores y peores, claro está) y además es , eso, español. Hay champagnes franceses muy buenos y los hay muy vulgares.¡No hay que engañarse! Sírvalo frío (hay que moverse entre los 6ºC y los 10ºC), en copa adecuada para que recoja las burbujas y todo su aroma.En navidad se suele regalar y tener mucho cava. Aprovecha las botellas que te hayan sobrado no sólo para beberlo sino también para cocinar con él. Elige el cava adecuado para cada plato. En función de su contenido en azúcar los cavas se clasifican en: Dulces: más de 50 g. de azúcar por litro. Semi-secos: de 33 a 50 gramos de azúcar por litro. Secos: de 17 a 35 gramos de azúcar por litro. Extra-secos. De 12 a 20 gramos de azúcar por litro. Brut: de 0 a 15 gramos de azúcar por litro. Extra brut: de 0 a 6 gramos de azúcar por litro. Si hubiera que elegir uno que sirviera para todo el cava brut es el más adecuado para cocinar. Indudablemente para postres se puede utilizar otro más dulce. Aunque los cavas hay que beberlos fríos (entre 6ºC y 8ºC) en el caso del brut se recomienda beberlo a 10ºC. Es importante recordar que lo excesivamente frío a veces no deja percibir todas las cualidades aromáticas y gustativas. El cava es adecuado para aperitivos, postres y degustarlo a lo largo de toda la comida. Si te sobra cava guárdalo en una botella con tapón de corcho y al cabo de un tiempo se habrá convertido en un vinagre muy adecuado para agregar a macedonias de frutas, escabeches, estofados y ensaladas. Lógicamente para conservarlo como cava sin que pierda fuerza tapa la botella con los corchos que existen en el mercado adecuados para este fin. Para cocinar utiliza botellitas pequeñas pero si vas a beberlo en la comida o cena pudes utilizar ese mismo, pero deberás conservar el que ha sobrado con un tapón especial que venden en las bodegas y tiendas especializadas de vino, que conserva perfectamente la fuerza del cava. Si quieres concentrar más su sabor puedes cocer el cava poniéndolo en un cacito para que se reduzca. Puedes aromatizar el cava con canela, con clavo, con una pizca de nuez moscada... dependiendo del plato que vayas a realizar. Al final de la cocción el cava, como todos los vinos, han perdido una parte importante de su contenido en alcohol.