MODOS Y MANERAS EN LA MESA

Modos y maneras en la mesa

De forma muy escueta indicamos algunas normas básicas, en ningún caso rígidas, que hacen más agradable la convivencia. No es cuestión de rigidez o de estar incómodo en una reunión, al contrario, es colaborar a que todos estén bien. Las indicaciones de buenas maneras en el comer y en el beber deberás ser las de todos los días. A los niños hay que enseñarles las buenas maneras desde pequeñitos, porque así el comer bien les parecerá lo normal y no sufrirán cuando más mayores tengan que comer fuera de casa.

 

Si hay tarjetitas con el nombre , será el anfitrión o anfitriona quien oriente y sino la buscarás con discreción. No pongas mala cara ni gestos fuera de lugar al comprobar los compañeros de mesa que tienes. No cometas la torpeza de cambiar la tarjeta.

 

No arrastres la silla para sentarte ni pegues brincos una vez que ya estés sentado para acercarte más a la mesa. Levántate un poco y acerca la silla sin arrastrarla. Cuando te vayas a levantar tampoco arrastres la silla.

 

No pongas los codos en la mesa, ni empieces a picotear el pan antes de que estén todos los comensales sentados. Los brazos se pondrán en paralelo a los cubiertos dejando siempre los codos fuera.

Jamás comerás con el brazo que te quede libre poniéndolo como si fuera una barrera entre el plato y tú.

 

Una vez que están todos sentados, coge la servilleta, bájala a un lado, a la altura de tus piernas y ábrela, sin aspavientos, y pósala en el regazo.

 

No empieces a comer hasta que todos los comensales estén servidos.

 

No hagas ruido ni al tomar sopa, caldo o crema ni al beber .

 

Límpiate la boca antes y después de beber.

 

No bebas con la boca llena de comida.

 

Cuando bebas no hinches los carrillos, ¡es horrible!.

 

No comas trozos muy grandes y si eres de las personas rápidas comiendo, procura ralentizar un poco esa costumbre, que por cierto, es muy difícil de corregir. En el extremo opuesto están las personas lentas, incluso pesadas, que retrasan todo; en este caso, también tendrán que procurar aligerar un poco.

 

El pan no se muerde, se cortan trocitos pequeños con la mano que servirán para comértelo directamente o para empujar con suavidad la comida sobre el tenedor, cuando no utilices el cuchillo con ayuda.

 

Si quieres más agua o vino, espera que te sirvan pero nunca cojas el vaso o la copa vacía y la levantes para que te sirvan. Si te vas a servir tú mismo, tampoco la cojas , vierte el agua o el vino  directamente en la copa-

 

Cuando bebas no cierres los ojos, no lo hagas con ansiedad y no levantes el dedo meñique.

 

Aunque sepas mucho de vinos, no hagas una cata sobre la marcha. No es necesario.

 

Espera a que te retiren los platos, no los levantes.

 

Si se cae agua o algún líquido en la mesa no hay que organizar ninguna algarabía. Hay que reaccionar como si no hubiera pasado nada. Ya los anfitriones se encargarán de resolverlo de la manera más discreta. Lo normal es poner una servilleta limpia y grande encima del líquido. Si fuera vino se tratará primero de empaparlo con unas servilletas de papel, se retirarán y después se pondrá encima una servilleta, a poder ser de la propia mantelería que se está utilizando. Se estirará mucho y se recolocará todo como estaba antes. Siempre hay que restar importancia a este tipo de cosas, que pasan en más de una ocasión. 

 

Nunca te lleves a la boca ni el cuchillo ni la paleta de pescado.Tampoco los relamas.

 

Para que se enfríe la sopa o cualquier otro plato líquido o semilíquido, no cojas la cuchara llena, la levantes llena y dejes caer el contenido de nuevo, como si fuera un grifo, con la intención de que al caer se enfríe. Coge de los bordes que estará menos caliente.

 

Ayúdate siempre del cuchillo o de la paleta para comer. Eso de perseguir la comida utilizando el tenedor de arma arrojadiza contra el trozo de carne, verdura o pescado y dar varias vueltas sobre el plato es muy feo.

 

No cortes con cuchillo las croquetas, la tortilla de patatas, las empanadas, los huevos rellenos, la tortilla francesa y el huevo frito. Es una cursilada. Se utiliza el tenedor y te ayudas con un trocito de pan en la otra mano.

 

Cuando termines de comer,

- La cuchara la dejarás en el plato hondo con la parte cóncava hacia arriba.  Si es una taza de consomé con su correspondiente plato, la cuchara la dejarás sobre el plato, encajándola un poquito para que cuando retiren el servicio la cuchara no vuele. Nunca dejes la cuchara dentro de la taza de consomé. Por cierto, jamás relamas la cuchara antes de colocarla en el plato.

- El cuchillo y tenedor con las púas hacia arriba, los dejarás juntos en posición de las seis y media en las agujas del reloj para indicar que has terminado. No hay que dejarlos sobre el mantel  ni separados uno de otro.

 

Cuando hables y estés comiendo, además de no hablar con la boca llena, no cojas los cubiertos y empieces a mover las manos con ellos y establezcas una sesión de esgrima. Los dejarás apoyados en el borde del plato. Lo mismo cuando vayas a beber. No hay que decir que es antiestética,  esa escena en la que un comensal ha pinchado con el tenedor un trozo de carne, por ejemplo, y así se dirige a ti poniéndotelo delante de tus ojos con todo tipo de movimientos como si fuera una mosca asesina.

 

Alaba la comida, pero no hay que ser pesado, preguntando la receta. No es sitio para una clase de cocina.

 

Es muy feo, cuando estás degustando algo, hacer el siguiente comentario, sin alabar nada, soltar; Mi madre hacía unas perdices con peras que estaban de muerte…El plato que tiene delante son, por ejemplo, perdices con manzanas y puré de castañas y que la anfitriona o anfitrión se han esmerado en que quede excelente. Es una grosería. Cuando todos los platos están hechos en casa, quien los haya cocinado, habrá puesto todo su interés en que queden perfectos.

 

Si eres fumador, tendrás que esperar hasta el momento antes de servir el postre y preguntar al resto si les molesta que fumes. Si ves que alguien pone mala cara, no fumes ni tampoco te levantes a fumar. Espera a la sobremesa.

 

Cuando se haya terminado el postre y justo antes de levantarse la servilleta se colocará a la derecha del plato de postre, que ya estará vacío, pero al caer, esto es, jamás se doblará ni se hará un nudo, ni nada de nada, se deja sin más.

 

No bebas el café con la cucharita dentro de la taza, atenazándola como si se fuera a escapar. Lo mismo se aplica a cualquier infusión que tomes.