Diccionario de la A a la Z

Decantar:

Es trasvasar un vino desde la botella a un decantador o garrafa. Así se llama el recipiente de cristal transparente donde se vierte el vino. Los decantadores deben de ser de cristal transparente, tienen forma de licoreras, con base ancha y cuello largo y tapón también de cristal. Hay decantadores de base muy ancha, bajos y con forma que recuerda a una jarra “aplastada”. Este tipo de decantadores se utilizan sobre todo para vinos tintos jóvenes muy potentes, y al facilitar la ventilación el vino se suaviza. - Un vino se decanta por dos motivos: eliminar posos de los vinos tintos con muchos años o conseguir que se oxigenen y recuperen, por explicarlo de una manera sencilla, en su totalidad todas sus propiedades aromáticas. - Los vinos jóvenes tintos en principio no habría que decantarlos pero se puede hacer una hora antes de servirlo. - Los vinos tintos con madera (crianza, reserva y gran reserva) sí es conveniente decantarlos pero sólo quince minutos antes de servirlo. El exceso de oxigenación también puede hacer que se volatilicen sus aromas propios. Si no se decantan si conviene abrirla una hora antes y dejar abierta la botella. - Los vinos blancos con crianza también se pueden decantar. El resto de blancos, cavas y champagnes no. - La decantación s e hace pasando por un embudo el vino a la garrafa y si es tinto con posos habrá que poner un colador con rejillla o agujeros muy finitos encajado en el embudo. - Los decantadores hay que limpiarlos muy bien después de usarlos con abundante agua caliente para que no coja color y un truco es añadir un chorro de vinagre y unas cáscaras de huevo machacadas y agitar varias veces hasta que el cristal quede perfecto. Conviene que el tapón sea de cristal y también limpiarlo muy bien. - Como siempre hay detractores de la decantación y quienes son furibundos defensores de la misma. Lo mejor es probar la diferencia entre dos botellas de la misma marca y mismo año y por supuesto el mismo vino y probar una decantada y otra sin decantar.