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Una taza de café con...

María Jesús Álava (Psicóloga)

Austera en gestos, modos y maneras exquisitas, ojos escrutadores que aunque no lo parezcan pero lo son, pide disculpas por el desorden de su mesa;  ante mí no veo nada fuera de su sitio, todo está perfecto, así que deduzco que es extremadamente ordenada. Por contraste, me acuerdo de mi mesa. Nos sentamos, pongo en marcha la grabadora y me aviso que estoy sólo para entrevistar; en ningún caso caer en la tentación de convertirme en paciente suya.

 

Texto y fotografías: María Zarzalejos

 

¿Qué diferencia hay entre la psiquiatría y la psicología?

-          Me parece básico saber las diferencias. Lo primero es decir que sólo pueden ejercer la psicología los licenciados en Psicología, porque hay muchas personas que ejercen de psicólogos, sin serlo, y que ellos se autodenominan terapeutas.  Los psicólogos tratamos de ayudar a las personas que se sienten insatisfechas con lo que hacen, con lo que sienten o como son.  Tenemos las consultas llenas de personas con crisis de ansiedad, con depresiones, con fobias, con miedos, con problemas de pareja, personas que tienen problemas para demostrar sentimientos, personas cansadas y todas ellas no se sienten capaces de abordar estas situaciones.  Entonces los psicólogos tratamos de darles los recursos que ellos no tienen para abordar la situación que están viviendo y solucionarla con éxito.

Complicado…

-          Sí, pero el éxito radica en la implicación que tiene la persona para querer solucionar el problema y el psicólogo lo que hace es , por así decirlo, un traje a la medida, trabajando a través unos métodos, técnicas y una metodología, para lograr que esos puntos débiles que a la persona le impiden mejorar o salir de una situación,  dejen de serlo.  En definitiva, el psicólogo enseña a vivir y ante las dificultades seguir creciendo día a día, aunque sea un poquito.  No hay que estar muy mal para ir al psicólogo, se puede ir cuando quieres mejorar en lo que sea; relaciones personales, familiares, de amistad o laborales.  Los psicólogos trabajamos la creatividad de las personas.

 

Entonces es muy amplio vuestro campo de actuación, ¿no?

-          Los psicólogos trabajamos en todo lo relacionado con la conducta humana, partiendo de la base de que toda persona es única y diferente y así se le trata. Toda persona es capaz de aprender  los patrones que le van a ayudar a salir bien ante cualquier situación que se le pueda plantear.

¿Y el psiquiatra?

-          Se encarga del estudio, diagnóstico, tratamiento y curación, cuando es posible, de los trastornos psíquicos. Su campo de actuación son las enfermedades mentales y se ha demostrado científicamente, que los sujetos tienen una alteración neurobiológica y necesitan un tratamiento farmacológico. Son pacientes que tienen una desestructuración que les impide hacer una vida normal.

"El psicólogo ayuda a vivir y ante las dificultades seguir creciendo día a día, aunque sea un poquito".

Para pedir la primera cita ¿llama el paciente o algún familiar?

-          En el caso de acudir al psiquiatra normalmente suele ser algún familiar o persona cercana, que ven la necesidad de que esa persona necesita un tratamiento. Los pacientes  lo suelen negar, no reconocen que están mal.  Hay muchos que piensan que estos trastornos se pueden curar sólo con psicoterapia y no es cierto; necesitan, además de ayuda del psiquiatra, necesitan medicación.  Así que, hay un campo muy específico de la psiquiatría que es la que trata las enfermedades neurobiológicas.

¿Hay casos en los que actúan conjuntamente psicólogo-psiquiatra?

-           Sí. Con nosotros, que somos 21 psicólogos,  trabaja un psiquiatra . Hay determinados casos como crisis de ansiedad, fobias, depresiones…y esa interacción psiquiatra-psicólogo se pone en marcha. El psiquiatra observa y diagnostica la parte física y el psicólogo a la vez empieza a organizar pautas de comportamiento para  que el propio paciente pueda  afrontar la situación.

¿Se puede dar la situación de que alguien en un principio necesite sólo tratamiento psicológico y termine necesitando también atención psiquiátrica? Estoy pensando en esas personas que parece que se asientan y viven permanentemente deprimidos, tristes, con ansiedad…

-          Sí,  pueden acabar siendo enfermos crónicos si no se les ayuda desde un primer momento. Hay personas que ante una situación dramática – muerte de un ser querido, un accidente de tráfico..- reaccionan desde el primer momento con fuerza y otras que empiezan a hundirse y no saben salir adelante. Nosotros siempre decimos que hay un tiempo mínimo, tres o cuatro meses, para empezar a reaccionar, si pasado este plazo no se ha reaccionado ,ojo, esta persona puede necesitar ayuda farmacológica y en muchas ocasiones también , y a la vez, ayuda psicológica. Aquí aprovecho para decir que el psiquiatra es el único autorizado para recetar psicofármacos .

Una vez más se demuestra la necesidad del binomio en muchos casos del psiquiatra-psicólogo. Aunque yo he percibido que hay cierta tirantez entre estos dos tipos de profesionales; como si fueran autosuficientes incluso diría excluyentes.

-          Puede ser, pero no es mi caso. Creo que somos en muchos casos complementarios y necesarios.  Ahora, bien, hay tratamientos farmacológicos que duran años, que son largos, se debería intentar mayor apoyo psicológico, para lograr reducir la medicación. Aunque, claro, cada caso es diferente y no en todos los casos se puede rebajar la medicación. La verdad es que yo y muchos psicólogos somos conscientes de que hay casos en que el psiquiatra es necesario; como hay psiquiatras que son conscientes que en el siglo XXI  los  psicólogos también somos importantes para sus pacientes. Pero no todos, muchos ponen en valor, por encima de todo, la medicación y que además son capaces también de hacer terapia.

"La figura de los padres es fundamental e insustituible"

Es una asignatura pendiente el trabajo en equipo de psiquiatras-psicólogos.

-          En líneas generales no hay una conciencia total de la necesidad de trabajar en equipo. Como te decía antes, nosotros, aquí trabajamos conjuntamente, cuando es necesario, y se logra un equilibrio estupendo.  Aunque hay muchos casos, como puede ser problemas de aprendizaje , o problemas de conducta en la adolescencia o infancia, que no es necesario para nada el tratamiento psiquiátrico.

¿Es cierto que los seis primeros años de vida de una persona van a marcar el resto de su vida? ¿Qué en estos años cuando se plantan los pilares vitales?

-          Lo primero que yo escribí fue en el año 1981 y se llamaba ¿Es feliz el niño en la guardería?. Todo lo que los padres deben saber de los niños de 0 a 6 años. Una de las cosas que más me gusta es el no enseña a crecer. Los seis primeros años marcan el resto de su vida; va a depender de cómo ha sido la relación con sus padres, el tipo de escolaridad; el ambiente social donde se ha desarrollado; si ha tenido algún tipo de dificultad si han sabido  detectarla a tiempo y ha sido tratada. Fíjate si es importante todo esto, que en el primer año de vida, el cerebro se desarrolla más que en el resto de la vida. Por eso, cualquier anomalía que se detecte en esos meses de vida si se coge a tiempo y se trata, los resultados son magníficos.

Pero no es fácil, ya que el temperamento es diferente en cada uno, y con el tiempo, y según el medio y otras circunstancias este se puede modificar , en algunos casos para bien y en otros para mal.

Eso supone un seguimiento  muy cercano del bebé ¿no?

-          Sí, sí, además es que a los seis años el carácter ya está bastante consolidado. Estos primeros años son fundamentales para su configuración y consolidación futura. El ámbito familiar es muy importante de los 0 años hasta los 6 años, pero como da la casualidad que justo en esas edades los padres trabajan, llegan muy tarde a casa y los niños están en guarderías y en el colegio, será en este ámbito preescolar y escolar, en el que habrá que descubrir y trabajar todo el potencial de esos bebés. Si ese potencial no se cuida cuando dejas pasar los años, por ejemplo ya situados en la universidad,  será muy difícil reconducir esas habilidades o potencial innato del joven o la joven en cuestión.

¿El papel de los padres, y al parecer de forma especial el de la madre, en esos seis primeros años  de la vida de un bebé,  es vital?

-          Nosotros hicimos un estudio con seiscientos niños y jóvenes con problemas de conducta y todos tenían una variable común; poco tiempo de permanencia con los padres. Esos primeros años es cuando los padre se abren camino y claro en España se trabajan muchas horas, demasiadas, y la productividad es buena hasta la hora de comer y luego ya baja y mucho. Nosotros cuando hemos hecho estudios en las empresas sobre productividad-tiempo de permanencia de los trabajadores, hemos llegado a reducir ésta hasta un 25% aumentando la productividad. Pero lo cierto es que hay padres que llegan a casa a las siete, las ocho o las nueve de la noche: ¿quién cuida a esos niños y  está pendiente de esos adolescentes cuando están fuera del horario escolar?

Este es un problema que se ha denunciado desde hace muchos años por especialistas, profesionales de la educación, psicólogos y medios de comunicación, pero no parece que haya solución.

-          Pues eso parece, pero desde luego la figura de los padres es fundamental e insustituible. El niño y el adolescente sufre una gran soledad, para poder compartir sus cosas, sus alegrías, sus problemas.

"Estamos viviendo muchos dramas que afectan a los jóvenes y es porque no han sabido decir no; hay que saber decir no".

¿Cuáles son los síntomas que dan la señal de alarma para acudir a una consulta de un psicólogo /a?

-          Depende de los casos, las mujeres somos más conscientes de cuando necesitamos ayuda ; 70 mujeres por 30 hombres. Pero las mujeres vienen rápidamente cuando es para tratar temas de hijos o familiares, pero para ellas mismas vienen al límite, es decir, cuando ya se sienten muy mal. En el caso de los hombres son empujados para venir, suele llamar su pareja o algún familiar; les cuesta mucho reconocer que necesitan ayuda psicológica. Pero hay una excepción, si se trata del ámbito laboral vienen ellos mismos, el doble de hombres que de mujeres, les afecta mucho. Cuando es en el ámbito personal,  vienen empujados por sus parejas.

 

¿Entonces les afecta menos lo personal que lo laboral?

-          Les cuesta, primero asumir que necesitan ayuda y segundo, porque piensan que no tiene solución; que ellos ya saben lo que tienen que hacer y que por lo general, no tiene solución.  Nosotros les damos pautas para cambiar hábitos y actitudes, o intentarlo al menos, que en muchas ocasiones no tiene nada que ver con lo que hacen, para que ellos aprendan a solucionar los problemas de pareja que tienen. Es un proceso, que además fíjate, hay veces que vienen por problemas de ansiedad y detrás hay, por ejemplo, problemas de pareja.

¿Y en el caso de los jóvenes?

-          En los jóvenes y aquí podemos hablar de edades que van desde los dieciséis a los treinta años, porque la adolescencia se alarga cada día más, son los padres los que siempre nos llaman agobiados ante el estado de ánimo de sus hijos. Y como muchas veces los hijos no quieren venir, lo que hacemos es empezar por los padres, viendo cual es el caso y dándoles pautas para su comportamiento con ese hijo que les preocupa, y al final, en el ochenta por ciento de los casos, ese hijo acaba viniendo a consulta.

¿Va desapareciendo el miedo a decir voy al psicólogo?

-          Sí, ya sí. Desde hace unos quince años para aquí se va normalizando en los adultos, pero en los jóvenes todavía no. Piensan que ir al psicólogo es que es estar loco. Luego, cuando vienen, están encantados. Porque ven que les intentas ayudar y ellos lo agradecen y se sienten muy a gusto. Además, es que, más del noventa por ciento son chicos o chicas totalmente normales, es decir, no tienen ninguna enfermedad mental. Son simplemente personas jóvenes que tienen dificultades para superar sus problemas del día a día, nada más.

¿Qué hay detrás de esa negativa por parte de jóvenes y mayores para acudir al psicólogo?

-          Pues  piensan como voy a fracasar no quiero que nadie se entere. Y además, como no voy a ser capaz de hacer lo que me van a decir que haga para evitar volver a fracasar, pues tampoco voy. Eso lo piensan.

"Los psicólogos queremos que las personas sean las dueñas de su vida, eso es fundamental."

¿Cuándo alguien entra por la puerta de su consulta qué es en lo primero que usted se fija?

-          Me fijo  en la conducta no verbal, más que en la verbal. En sus ojos, en su rostro, en sus manos, si muestra tensión, confianza o desconfianza, a través de esa primera valoración. La persona no controla lo que hace, sí puede controlar lo que dice, pero los gestos no. En cinco minutos sé el estado emocional de una persona. A partir de ahí empiezas a pensar cómo ayudarle y lo primero es darle confianza.

¿En que se traduce esa confianza?

-          Pues en que una persona es capaz de contarle a un psicólogo lo que no ha contado jamás a nadie. Siente que le vas a entender y comprender y que no va a ser juzgado .El paciente que viene está permanentemente escrutando a ver que reacciones tienes ante sus palabras. Ellos se dan cuenta si tú tienes un control perfecto de tus emociones. Les das muestras de la seguridad que ellos no tienen. Les pedimos sinceridad, para poder tener la oportunidad de ayudarles. Nosotros, los psicólogos queremos que las personas sean las dueñas de su vida, eso es fundamental. A que ellos dirijan su vida, que no les manipulen, a sentirse bien con ellos mismos, a como conseguir sus objetivos, ser dueños de su vida.

A veces no es tan fácil ser dueños de tu vida.

-          Hay personas de 70 años que nunca han sido dueños de sus vidas. Eso es terrible.  Pero si se tienen ganas, se puede hacer; a esa edad se puede ser por primera vez  dueño de tu vida. Esto habría que enseñarlo desde pequeños. A pesar de las circunstancias más extremas que rodeen una vida, siempre se puede ser dueño de tu vida. Fíjate los judíos que sobrevivieron a los campos de concentración, eran los más fuertes emocionalmente; aquellos que pensaban que podrían hacer con ellos lo que fuera, pero nunca van a ser dueños de mis sentimientos y de mis pensamientos. Lo que pensamos es lo que provoca nuestras emociones. No tenemos que dejar que nadie invada nuestros pensamientos, porque siendo dueños de ellos, podremos dirigirlos hacia lo que nosotros deseamos. Estamos viviendo muchos dramas que afectan a los jóvenes, y es porque no han sabido decir no; hay que saber decir no. También los adultos, no saben decir no en muchas ocasiones. Los jóvenes son incapaces de decir no sin coste emocional; aquí les enseñamos a decir no y que se sientan de verdad dueños de su vida sin que les importe absolutamente nada lo que piensen los demás.

Pero eso, a una gran mayoría de los jóvenes les cuesta mucho, ya que supone en muchos casos dar la espalda al grupo.

-          Ya, pero es mucho más dramático y horrible que tu vida esté manejada por el grupo. El primer no puede costar un poco, pero a partir de ahí tienen una sensación tan especial de empezar a sentirse dueños de su vida que los demás nos salen sin pensarlo.

 

¿La correcta o incorrecta forma de alimentarse puede favorecer alteraciones de comportamiento?

-          La alimentación y los hábitos alimenticios tienen mucho que ver con la felicidad o infelicidad de las personas. Los psicólogos estudiamos todo lo que configura a la persona que tenemos delante y lo que influye en sus estados de ánimo. Hay factores cruciales como el sueño, no sólo para descansar físicamente sino para bajar sus niveles de ansiedad a cero; el  ejercicio físico, para que los neurotransmisores estén en perfectas condiciones y los hábitos alimenticios. Por ejemplo la gente que come carne y carne, suelen ser agresivas. El no comer fruta y verdura cruda, también es contraproducente; por ejemplo, la lechuga es uno de los mejores sedantes que hay. Los frutos secos, por ejemplo, remineralizan y en cambio hay alimentos tan elaborados que obligan a un sobreesfuerzo a nuestro organismo para digerirlos hasta el punto de que roban minerales y vitaminas. La gente no entiende que la alimentación influye muchísimo en su bienestar físico y emocional.

Entonces ¿cuáles serían las pautas alimenticias ideales?

-          Cinco comidas al día. Un desayuno fuerte, a media mañana una pieza de fruta o un lácteo, la comida al mediodía, la merienda y la cena ligera. En España, en general, se desayuna poco y mal; comidas muy copiosas con unas digestiones pesadas y lentas y unas cenas , irregulares y además muy tarde. El rendimiento escolar, por ejemplo, está muy relacionado con los desayunos de los niños y adolescentes; el esfuerzo mayor se hace por la mañana hasta las dos o las tres de la tarde y hay muchos niños y jóvenes que sólo desayunan un vaso de leche, desde que han cenado el día anterior hasta la hora de comer ¡imagínate!.

Pero además los trastornos alimentarios han dado lugar en las últimas décadas a dos enfermedades devastadoras; la anorexia y la bulimia

-          Los adolecentes tienen unos modelos en los medios de comunicación que son totalmente insanos y que para parecerse a ellos hipotecan su salud para toda la vida.  Los tratamientos para combatir  la anorexia como la bulimia son largos.

Las personas afectadas por estas dos enfermedades ¿tienen un perfil determinado?

-          Son gente normal, pero en el perfil que son muy autoexigentes que siempre intentan conseguir la perfección. Pero es un mito eso de que todos  son muy inteligentes. Lo malo es que además hay niños y niñas que han empezado con ocho y nueve años. Todo viene por los malos modelos sociales.

Los padres ¿qué papel juegan?

-          Las prisas parece que son incompatibles con una alimentación sana. Así se ha justificado la incorrecta alimentación y otra serie de carencias. Hay que tener prioridades: los padres adquieren una responsabilidad única.  Tienen que estar pendientes de todo lo relacionado con sus hijos y eso incluye la alimentación.  La gente no sabe que hay muchos regímenes alimenticios, que producen un desarreglo hormonal que está relacionado con el sistema  nervioso. Y a partir de ahí, surgen muchos problemas. Nosotros cuando tenemos delante a alguien con alteraciones de este tipo,  les preguntamos por sus hábitos alimenticios y les marcamos pautas de alimentación.

Usted ayuda al que se sienta en esta silla, pero ¿no cree que a veces se crea una dependencia emocional entre el paciente y el psicólogo o psicóloga? Es decir, ¿se convierten en un confesor?

-          Eso es un error. Hay que ayudar a la persona a salir de la situación que le ha hecho venir a consulta y darle herramientas y recursos para seguir solo y bien. Pero es normal que se de esa dependencia. Vienen con debilidad emocional, y es normal, pero hay que poner distancia para que no se cree esa dependencia. Aquí utilizamos el método cognitivo-conductal y si creamos dependencias no estamos triunfando con esa persona.

¿Qué pautas hay que seguir para no dejarse llevar hasta donde no se quiere por los acontecimientos adversos?

-          Conocernos de verdad a nosotros mismos y la mayoría de la gente no se conoce;y para ello es fundamental es saber que lo que estamos pensando, eso son los pensamientos que van a marcar tu forma de ser; me tengo que conocer para ser la persona que quiero ser. Y me pongo en marcha. No me puedo permitir el ser una persona con un desequilibrio emocional, alguien que está en manos de los acontecimientos y de los demás. Eso no puede ser. El dolor físico no se puede controlar, pero sí el sufrimiento. Hay que trabajar para controlar las emociones. Y luego, hay que ser una persona con valores; saber lo que te importa de verdad y nunca te dejes comprar.  Es decir, si tu dejas tus valores por influencias , nunca jamás te vas a encontrar bien.  Asertividad, defender en lo que tú crees, de la manera adecuada y cállate cuando te tengas que callar. Nunca hay que ir en contra de tus principios, porque entonces la infelicidad se adueñará de ti. Hay cosas que te puedes perdonar, hay que aprender a perdonarnos cuando las hemos hecho mal, pero aprende de esos errores, observa constantemente y crecerás, y así podrás ayudar a los demás.  Hay personas que se vuelcan tanto en los demás, que se olvidan de ellos mismos y eso es muy injusto, porque así no se puede ayudar a nadie. Recomiendo pensar todos los días media hora.

Cuando usted está de bajón, ¿cómo lo soluciona?

-          Primero reconocer que estamos un poquito mal. Ser humilde. Tratas de recomponerte y algo muy importante; cuando un psicólogo no está bien emocionalmente, no debe hacer  terapia. Tienes que transmitir tranquilidad y serenidad. Bajo ningún concepto la persona que viene en busca de ayuda puede percibir ansiedad, nervios o intranquilidad. Hay personas que están al límite y no pueden encontrarse delante con alguien que no está bien. Un psicólogo tiene que ser fuerte, no dura ¿eh?. Tienen que tener un equilibrio emocional. Un psicólogo tiene que ser sensible, pero no blando, porque si no, no aguantarías dos consultas.

"Hay que buscar siempre un mínimo tiempo de felicidad, todos los días. Y si no lo has tenido, al acostarte, piensa que lo tendrás y sonríe."

Usted ha escrito varios libros, ¿con qué objetivo? ¿Con cuál de ellos se quedaría o es el preferido?

-          Dos; uno es La inutilidad del sufrimiento y el otro es  El no te ayuda a crecer.                       Son dos libros en los que me vacié, dí lo máximo de lo que yo había aprendido a lo largo de mi experiencia como psicóloga. En el primero,  lo que intentas es que la gente que no ha ido a un psicólogo y que probablemente no vaya a ir, que aprenda a conocerse y le sirva en el día adía. Te miras las miles de historias que has ido tratando y seleccioné aquellas que me parecían más representativas para una mayoría de personas. Con un lenguaje normal, asequible a todos los lectores.  En el segundo,  El no te ayuda a crecer, es un deber fundamental educar a los niños para no tener que castigar a los hombres, esta frase de Pitágoras resume la esencia de este libro. Si lo hacemos bien con los niños de mayores serán hombres y mujeres sanas y felices. En la sociedad española lo estamos haciendo muy mal.  Vamos hacia atrás, generaciones de niños y adolescentes con menos recursos emocionales que hace veinte años. Se hunden más ante las dificultades, son más débiles. Fue un libro que escribí antes que La inutilidad del sufrimiento, y debería ir debajo del brazo de cada persona  para poder ser más feliz . el resto de los libros son más complementarios, menos generales, más concretos.

Ahora ya preguntas para María Jesús ¿Cuáles son sus aficiones?

-          Me gusta mucho conversar, y se aprende mucho; el deporte me encanta desde pequeña. Es uno de los pilares de mi vida y me siento muy bien cuando lo practico, tanto físicamente como emocionalmente. El cine, me encanta, me aisla, me relaja. Canto muy mal, pero también canto, en casa; me gusta viajar para conocer paisajes y personas diferentes; no soy de museos.

Tenemos que hablar de gastronomía, ¿qué le sugiere esta palabra?.

-          Me gusta comer bien. La familia de mi padre es vasca. Y me gusta tener tiempo para comer bien a gusto. Soy muy sencilla en mis hábitos diarios, las lentejas, la tortilla de patata, el arroz con carabineros, el pescado bien hecho, no me gusta en general la carne, salvo el jamón y las frutas y los frutos secos me encantan, pero en cambio soy poco de dulce. De pequeña las castañas asadas me encantan. Me encanta la sencillez, por eso  la cocina muy elaborada , que reconozco que es muy creativa, me llena mucho menos que  la cocina tradicional.  Mi preferida es la cocina vasca me encanta.  Me gusta el vino tinto de la Rioja Alavesa, pero no como habitualmente con vino, y cuando lo bebo es siempre con alguien, sola jamás. Me gusta compartirlo con conversación.

Usted cree que los aromas, los colores, la creatividad en la cocina, el compartir lo que se ha preparado ¿se podría utilizar como terapia para algún problema?

-          Colabora en los buenos y sanos hábitos de los niños. La cocina es una terapia fantástica, para compartir ese momento de cocinar y compartir la mesa y la sobremesa es fundamental. Cuidar los detalles, los olores, los colores. En mi casa los domingos nos reuníamos hasta 20 personas,y mi madre hacía conejo al ajillo que le quedaba fantástico, las tortillas de patatas, la merluza…lo que fuere. Y cuando terminábamos mi madre decía, luego recogeremos, porque lo importante era la sobremesa, lo importante es estar juntos. Yo tengo esa cultura y mi madre que era muy buena cocinera, le ayudaba porque yo era muy buena pinche y aprendí  mucho de ella. Yo adorno mucho las cosas, las ensaladas, las futas para que visualmente el plato sea atractivo y bonito.

Es una forma de demostrar cariño, ganas de agradar, de decir, sin decir, como os quiero me he esmerado en preparar esto así de gracioso, con detalle ¿no? Y eso los que están en la mesa lo perciben.

-          Por supuesto. Es decir, esto lo he hecho por ti. No todo el mundo ni lo percibe así y tampoco lo hacen. Pero volvemos a los primeros años de vida, yo siempre lo ví y lo viví en mi casa, porque mi madre lo hacía así y me transmitía muy buenas sensaciones. Hay un punto esencial, la comida desactiva tensiones; la gente cuando come baja la tensión. Eso justifica que, por ejemplo,  las empresas organizan comidas de trabajo para tomar decisiones importantes. Es algo que debería practicarse más en las familias, en las parejas… y no se hace.

Así que la gastronomía tiene un papel importante en nuestras vidas.

-          Sí, por supuesto. Pero  además quiero decir algo . En estos momentos parece que España es un país avergonzado, y eso no debería ser así. He estado en Chile dos semanas y yo les he mostrado mi admiración de lo  que podría llamarse el milagro chileno. Parece que somos los parias, pero tenemos valores que no los tiene nadie y que debemos no sólo conservar, sino mantener y potenciar; uno es la amistad, el concepto que tenemos aquí en España no lo he visto en ningún otro sitio. Otro, es la comida, yo creo que es el país que mejor cocinamos y que mejor sabemos comer, sobre todo lo que disfrutamos haciéndolo. No hay que perderlo,  todos nos envidian. Esto es un valor, la dieta mediterránea es la mejor ; las terrazas, el sol, las reuniones que se organizan, las conversaciones …Lo de menos, es la comida en cuanto a complicación; una ensalada y una tortilla de patatas. Somos el número uno y nos lo tenemos que creer.

En estos momentos la gente quizá no tiene capacidad de disfrutar de eso. Los agobios, la tristeza, la preocupación…invade todo.

-          Ya pero eso hay que saber canalizarlo y además una cosa; hay que premiarse todos los días con algo, aunque sea una bobadita. Eso es fantástico.  Yo por ejemplo, como me encantan las aceitunas negras, mientras preparo la ensalada por la noche, me las voy comiendo. Es un mínimo capricho, pero es algo. Hay que buscar siempre un mínimo tiempo de felicidad, todos los días. Y si no lo has tenido, al acostarte, piensa que lo tendrás y sonríe.

María Jesús también sonríe. Es una de sus armas para que quien se siente delante de ella esté a gusto. Su otra arma es la voz. Difícil de adjetivarla, pero sí hubiera que hacerlo, la palabra es serenidad y tranquilidad, pero a la vez firmeza y en ningún momento dudosa. Es sábado y está especialmente feliz porque tiene una comida familiar a la que va a asistir un sobrino-nieto que “es una monada”. Hoy la copa de vino tinto de La Rioja Alavesa está garantizada.

 

(Entrevista realizada 30 de Junio 2012)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Biografía

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-      Licenciada en PSICOLOGÍA por la Universidad Complutense de Madrid.

 

-      ESPECIALISTA EN PSICODIAGNÓSTICO, Por el Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

 

-      EXPERTO EN PSICOTERAIA, por la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA).

 

-          MASTER EN DIRECCION DE RECURSOS HUMANOS, por la Cámara de Comercio e Industria de Madrid.

 

-          ESPECIALISTA EN COACHING EJECUTIVO, por la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid.

 

-          MASTER EN PSICOLOGIA PEDAGOGICA.

 

2002-Actualidad  Es Socia-Directora de Apertia Consulting y del Centro de Psicología  Álava Reyes.

                                      Apertia es una Empresa de Consultoría que ha puesto en práctica un nuevo modelo de gestión del cambio y del desarrollo personal y profesional, por medio de un equipo de experimentados profesionales y de una contrastada metodología.

 

1978-2002                 Desempeñó diversos puestos de responsabilidad en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en el Ministerio de Fomento y en Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea.

                                      Durante ese período trabajó con las principales Consultoras.

-              Miembro del Consejo Asesor de la Fundación Española para la Promoción y el Desarrollo Científico y Profesional de la Psicología.

-              Miembro del Consejo Asesor de la Fundación Personas y Empresas.

                Ha sido Miembro de la Society for the Exploration of Psychotherapy Integration, con sede en Estados Unidos.

-              Ha sido miembro de la Asociación Española de Terapia del Comportamiento.

-              Miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. (M-1086) y de la Sección de Psicología Clínica    

Tiene más de 40 publicaciones, los últimos libros son RECUPERAR LA  ILUSIÓN  (abril 2011) y APRENDE A SER FELIZ (septiembre de 2011)

-              Dirigió en 2007 la Enciclopedia de Psicologa: LA PSICOLOGÍA QUE NOS AYUDA A VIVIR. En esta enciclopedia participaron 43 autores de diversas disciplinas: Psicología, Psiquiatría, Neurología, Radiología, Endocrinología, Sociología, Pedagogía…, y se abordaron 76 temas.

-              A nivel divulgativo ha escrito numerosos libros, publicados en España, Portugal y Argentina. Entre los más conocidos está: “LA INUTILIDAD DEL SUFRIMIENTO” (con más de 250.000 ejemplares).

-              Además de “La Inutilidad del Sufrimiento” y de “La Psicología que nos ayuda a vivir”, entre sus últimos libros destacan: EL NO TAMBIÉN AYUDA A CRECER, EMOCIONES QUE HIEREN, AMAR SIN SUFRIR Y TRABAJAR SIN SUFRIR (publicados por La Esfera de los Libros).

-              Igualmente ha impartido numerosos cursos sobre áreas de su especialidad: Control del Estrés, Habilidades Directivas, Comunicación, Negociación, Resolución de Conflictos, Gestión del  Tiempo, Resistencia al Cambio…

Es Colaboradora habitual de diversos medios de Comunicación.

-              Firma de Opinión de la Revista Psychologies.-  

-              Colaboradora de la Sección de Psicología de la Revista Saber Vivir.

-              Colaboradora del Programa de Salud de TVE.1.

-              Colabora en el Programa “Espejo Público” de Antena 3 TV.

-              Participa en las tertulias de “No es un día cualquiera”, Radio Nacional de España, en Onda Cero “Te doy mi palabra” y en Punto Radio en el programa “La Buena Vida”  de los fines de semana.

-              Autora de la columna “Preguntas de Psicología” en el Diario 20 Minutos.

-              Autora de la columna semanal de Psicología, de la Revista OSACA.

 

María Jesús Álava (Psicóloga)