Como norma general, en las cabeceras se pondrán siempre los anfitriones y a los lados se alternarán hombres y mujeres. Las parejas se colocarán una enfrente de la otra, pero no al lado, es una forma de que no se separen pero que a su lado tenga una persona diferente de la habitual. Esto se hace así para diversificar las conversaciones.
Si la mesa es redonda, simplemente se mantendrá la norma de poner enfrente a los dos componentes de la pareja y en cualquier caso alternando hombre y mujer.
Si no hay ayuda para servir la mesa, la anfritriona o anfitrión se sentará en la cabecera que esté más cerca de la puerta del comedor, porque las inevitables salidas y entradas a la cocina, serán más discretas que si se sienta en la cabecera más alejada de la puerta del comedor.